INSTITUCIONAL | 125 AÑOS – Carta abierta Brigitte Haar
Raíces profundas, alas para el futuro: Un viaje de pasión y compromiso en mi Colegio”
“El sueño de ayer forjó tu existencia Colegio Alemán… “, quién no ha cantado como ex alumno la marcha del Colegio Alemán escrita por el Director Augusto Muñoz. Los sueños y aspiraciones que tuvieron aquellos profesores universitarios alemanes, educadores, familias, estudiantes que pasaron por el colegio a lo largo de los 125 años del colegio, moldearon quiénes somos hoy, con ideales compartidos de comunidad, responsabilidad social y respeto por la diversidad. Nuestra identidad está entrelazada con las experiencias y los aprendizajes que vivimos en nuestra juventud.
Quiero compartir con ustedes lo que significa para mí pertenecer a esta institución tan especial. Desde el primer día que crucé las puertas del Colegio Alemán Córdoba, supe que había encontrado más que un lugar para estudiar; había encontrado un hogar lleno de oportunidades y aprendizaje, de amistades y compañerismo, de respeto y afectos.
Hoy, al reflexionar sobre mi recorrido como alumna durante 14 años y como docente y directora otros 35 años, sin duda que transité gran parte de los 125 años de historia en mi querida Deutsche Schule Córdoba. Un viaje vivido con intensidad que al recordarlo me llena de nostalgia por el tiempo pasado, enriquecido siempre por los vínculos afectivos. Estos lazos me han permitido crecer y formar parte de esta conexión invisible que nos une a todos. No puedo evitar sentir una profunda gratitud y emoción al recordar todos los roles que he desempeñado aquí a lo largo de los años. Ingresé como alumna, encontrando en estas aulas no solo un lugar de aprendizaje, sino un verdadero hogar educativo que marcó mi vida de manera indeleble junto a mis compañeros de la promo 87, que hasta el día de hoy seguimos conectados. Los momentos que he compartido con ellos serán recuerdos que atesoraré para siempre. La camaradería y el apoyo mutuo que se respiran en cada aula y en cada actividad fueron invaluables.
Como estudiante, fui testigo de la dedicación y el compromiso de nuestros queridos profesores, quienes no solo impartieron conocimientos, sino que también modelaron los valores de la comunidad alemana y el respeto por la cultura y la diversidad. Estos valores se convirtieron en pilares fundamentales en mi desarrollo personal y profesional. Quién no recuerda al Sr. Milani, a Frau Roemer, a Marcelo Canale o Teresita Carranza y a tantos docentes que pasaron por las aulas.
Mi camino en el Colegio Alemán Córdoba no concluyó con mi graduación; retorné con el tiempo como docente de Alemán, lo que me permitió infundir mi pasión por el idioma y la cultura alemana a las nuevas generaciones. Tuve el honor de asumir el rol de Directora de Alemán por muchos años. Con fervor impulsé iniciativas que aún perduran como la tradición de la “Schultüte”, la festividad navideña y el Flohmarkt. Viví la emoción del intercambio a Alemania como alumna y luego acompañé a muchas generaciones como docente. La preparación para los exámenes Vergleichsarbeit A1/A2 ,Sprachdiplom 1 y 2, la implementación de debates, son legados que perduran en la historia de esta institución.
Después, tuve el privilegio de tomar el cargo de Directora del Nivel Secundario, un desafío que abracé con entusiasmo y compromiso. Trabajar junto a un equipo excepcional para fortalecer aún más los lazos comunitarios y ofrecer nuevas oportunidades académicas y pedagógicas que caracterizan a nuestra institución es un compromiso continuo, inspirando a tantos proyectos de vida para los que forman parte de nuestra comunidad educativa. Sin duda que la implementación del Bachillerato Internacional quedará como un hito trascendental en nuestra historia educativa, marcando un antes y un después en la formación de nuestros estudiantes.
Además, he tenido la alegría de ver a mis cuatro hijos transitar por las mismas aulas que yo alguna vez recorrí. Verlos crecer y prosperar aquí, bajo el mismo espíritu de excelencia y valores que me han acompañado toda la vida, me llena de orgullo. Ellos seguramente recordarán otros proyectos como las inmersiones en idiomas, los viajes, las carrozas, pero sin duda nos une el lema “…donde los conocimientos crecen con los afectos”.
Pertenecer al Colegio Alemán Córdoba es más que formar parte de una comunidad educativa; es ser parte de una familia que trasciende generaciones y roles. Agradezco profundamente cada momento compartido, cada lección aprendida y cada recuerdo construido en este lugar que siempre consideraré mi segundo hogar. Quiero cerrar este relato recordando los versos del poema “Tiempos inolvidables” de A. Muñoz:
Qué impronta me clavaste bella escuela;
Con qué buril grabaste mi alegría
Que me hiciste gozoso del Colegio
Espero seguir contribuyendo al legado de excelencia y compromiso que nos distingue.
Con cariño y gratitud sincera,
Brigitte